Cuando uno lleva tiempo diciendo que
debe de parar pero le da pereza...un petardazo así le aclara las
ideas. Gran remontada a lo Fonsi Nieto (hacia atrás) la vivida ayer
en el triatlón cross de Aracena.
Se presentaba buen fin de semana en la
sierra. Nos quedamos en el Castaño de Robledo: Julian, Mari Carmen
(su señora esposa), Andrés Glez y yo. Aprovechamos el sábado para
montar el box de la T2 en Los Marines y para echar un par de
cervecitas (alguno se clavó algún Disaronno también) en alegre
charla nocturna. Las pruebas con 2 boxes separados son muy divertidas
a la hora de organizar el material porque, por mucha experiencia que
se tenga, uno siempre tiene la tentación de dejar la bici cerca de
los zapatos de correr. Animales de costumbres estos triatletas.
A las 5 de la mañana el señor gallo
campestre serrano dice de cantar, no una, sino 200 veces para
demostrar a otro gallo quien “mea más alto”. Cosas del campo.
Desayunamos y bajamos al pantano donde el agua está estupenda y como
un plato. En charla con Javi Macías y Dani Arazola (de las grandes
noticias del finde su retorno, aunque sea momentáneo), me confirman
que las trialeras de la “escalera del rey” están peor que el año
anterior y que “ellos pasan pero por un bordecito del lado haciendo
un mortal adelante y encomendándose a no sé que santo de la
btt”...que los demás nos bajemos para evitar tonterias. Luis
Burropeco (Juez y organizador) nos dice en el discurso inicial que el
98% ciclable (vaya palabro) y 2% para dar chispa....será mamón!!!
El año que viene que suelte la bola de Indiana Jones y un par de
indígenas tirando flechas.

En el agua me sitúo en la parte más
alejada a la orilla junto a buenos nadadores como Antonio Gallego,
Francis, Pablo García y Pablo Iglesias. Según me cuentan en el lado
opuesto hubo galletas de todos los colores.
La salida muy limpia y
rápida con Francis comandando la prueba. Nado sin complicaciones y
con sensaciones raras ya que iba cansado de patas (suelo arrastrarlas
mucho y llego bastante fresco normalemente) y bien de brazos. En la
T1 veo a Carmen Ruiz y pienso que no he nadado mal pero al salir con
la bici me encuentro a gente que sé que nada menos y comienzan las
dudas.

Tras el primer km en btt empiezo a
tener las piernas muy saturadas y subo un piñon,....otro piñon
más..., otro más...joder molinillo para empezar y esperando
encontrarme más adelante conmigo mismo. Comienza el carrusel de
conocidos: “Vamos Rocío” “Venga Andrés” “No te cebes
Jesuli” “Vamos Jorge” “Vidal Campeón”,....Me doy cuenta de
mis innegables dotes como animadora. A partir del km5 asumo que no va
a ser mi día, me resigno a no sufrir mucho en la bici y me aplico
aquello de “abandonar no es una opción” aunque el cuerpo me pide
lo contrario. Km10 comienza la escalera del rey y Antonio Infante me
tira a las piedras del lateral (si nadas poco y no cabemos, esperate
un poco o nada mejor) porque venía enrabietado de una caída
anterior. Continúa el carrusel de ánimos “Vamos José Ramón”,
“Vamos Mayte”...¡¡¡Qué sensación más rara es no ir cansado
y que las piernas no anden más!!!
En estos casos uno se vuelve filántropo
y ayuda a todo aquel que lo necesita, no lanzándole la cámara sino
parándose y echando una mano. Ya que no cumpliré mi objetivo, al
menos, me llevaré un nuevo amigo para la buchaca.
En la T2 me encuentro con Antonio
Gallego que tiene problemas en su rodilla y decido acompañarle en el
tramo a pie pero a partir del km1,5 le abandono a su suerte en vista
de que un buitre nos merodeaba desde las alturas. Buenas sensaciones
en la carrera a pie ya que las piernas iban intactas y el tobillo no
estaba por la labor de molestarme a pesar de los toboganes duros (más
aún de lo que recordaba). Llegada a meta con 4' menos que el año
anterior (93º general, 1:50 pero 2 minutos más en bici que el año pasado que no andaba un peo) y con la firme decisión de desconectar
hasta julio. Las buenas subidas que hice la semana pasada en
Grazalema fueron un espejismo. Estoy atrancado y debo parar. Volveré
pronto, mejor y más fuerte.

Dar la enhorabuena a las chicas, sobre
todo a Carmen, Laura y Antonia a las cuales animé a hacer esta
prueba tan dura y, no solo la completaron sino que lo hicieron con
una sonrisa. Felicidades a Rocío porque está de vuelta y a Sonia y
Cristi porque lo de ayer era un “embolao” y lo pasaron con nota.
Mención especial para Julián y Jose
Ramón porque no se rinden a pesar de su agua. Buena carrera también
de Jesuli, Francis, Carlos (Palmera) y Andrés. De los máquinas del
Añoreta ni hablo.
La organización el año pasado me
encantó pero no tenía experiencia. Este año puedo decir a boca
llena que es la mejor o de las mejores que he visto. Y el circuito
una pasada una vez más.
P.D. Al terminar la prueba se me acercó
Paco (creo que es de Cartaya) y me dijo que pensó varias veces en el
título del blog para no abandonar. Si a alguno le sirve alguna vez
para eso, ya es un logro mayor del que nunca pretendí. Muchas
gracias